jueves, 12 de abril de 2012

Listón Negro

Hoy, como últimamente lo he hecho, he llegado tarde casa, creo que intentado verte lo menos posible y estar dormido lo más posible, no se porque siento que me atormenta tu presencia, es casi enloquecedor este silencio imperante. Niki me ha saludado efusivamente, moviendo su pequeña cola de un lado a otro y con ese ladrar incesante que aun conserva el tono de cachorro. Es el único que escucha mis monólogos, que intento convertir en diálogos incorporandolo a mis disertaciones, claro que no es muy comunicativo que digamos.

Que rápido pasa el tiempo, cuando no se espera más, ya casi nadie nos visita y verdad creo que es buena parte culpa mía por no ser tan comunicativo como debiera.  Quizá sea conveniente que vendamos la casa y regresemos con la familia. La verdad es algo con lo que ya no puedo, y más porque ya no  estas colaborando.

El habito de hablar en tercera persona es difícil de romper. La verdad lo he pensado mucho y creo que ya es hora de alejarnos uno del otro definitivamente, más bien acepar que que ya lo estamos. Yo ya no tengo lugar acá. Curiosamente nunca he sido dado al crédito y ahora todo lo que tengo esta embargado ( por esta estreches de lugar y de tiempo).

Debo encontrar mi camino, sin tu compañía.


Dejare el listón negro que prendí con un alfiler al cuello de mi camisa desde hace ya seis meses, y dejare solo el que porta mi corazón, porque no puedo removerlo por mi cuenta. 


Hasta siempre.

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