¿Alguna vez han tenido uno de esos días... ? de esos en que presientes que algo ira mal y te predispones a ello. Como si te preparases para algo que esta próximo a venir de forma inminente. Cuando tienes varios de esos terminas desarrollando una especie de sentido adicional.
Alguna gente dice que la vida es alegría, otros que es tristeza, buda decía que ninguna de las dos, el Tao dice que la naturaleza simplemente es como es. Algunos nacen para sentir la alegría y otros ven el dolor y la soledad como algo que te acompaña siempre.
No suelo huir de las cosas, de modo que no escapo a mi mismo. En días como estos recuerdo esta frase "Acogeré la felicidad porque engrandece mi corazón; pero también soportaré la tristeza porque descubre mi alma". No se porque pero casi me siento anestesiado como si necesitara estos pellizcos en la mente o el corazón para recordar que aun tengo que sentir.
Hoy necesitaba posiblemente que alguien me abrazara. Pero ha veces las cosas no resultan como uno quiere. Quisiera cenar un poco pero no quiero estropear cocina ni mi animo. Pondré algo de orden entre mis cosas. Hubiese llamado a algún amigo para charlar un rato; pero se que estaría ocupado y no quisiera molestarlo con mis tonterías.
Dormiré un poco o quizá mucho, para aliviar este dolor o disimularlo al menos. El silencio en este barrio es casi sepulcral. Curiosamente hoy ni una rana rompe esta quietud. Mañana todos vendrán y nos veremos de nuevo otro día. Nunca me ha preocupado desaparecer, solo el hacerlo antes que alguien lo notara. Si fuese otro día hoy, pero ya no lo será más.
De lo poco de vida que me resta diera con gusto los mejores años, por saber lo que a otros de mí has hablado. Y esta vida mortal... y de la eterna lo que me toque, si me toca algo, por saber lo que a solas de mí has pensado. - Gustavo Adolfo Bécquer
sábado, 26 de mayo de 2012
viernes, 18 de mayo de 2012
Anhelo
Se oprime el corazón en mi pecho
cuando en el golpeas sin quererlo.
Desean escapar mis lágrimas
sin que pueda retenerlas,
ni hay más razones de hacerlo.
Te ofrezco mi sangre - siempre
con gusto - si así ha de serlo.
Que sean mis heridas todas
por causa tuya, mi amor, mi tierra,
- sin recompensas - mi dulce anhelo.
Tu mi esperanza y yo tu suelo.
cuando en el golpeas sin quererlo.
Desean escapar mis lágrimas
sin que pueda retenerlas,
ni hay más razones de hacerlo.
Te ofrezco mi sangre - siempre
con gusto - si así ha de serlo.
Que sean mis heridas todas
por causa tuya, mi amor, mi tierra,
- sin recompensas - mi dulce anhelo.
Tu mi esperanza y yo tu suelo.
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